Las mesas dulces comenzaron siendo un buen reclamo para los niños en las comuniones, pero claro ¡nosotros, los adultos, también queremos chuches! Hoy en día es otro «must» que apetece mucho según avanza el evento.
¿Quién puede resistirse?
Las mesas dulces comenzaron siendo un buen reclamo para los niños en las comuniones, pero claro ¡nosotros, los adultos, también queremos chuches! Hoy en día es otro «must» que apetece mucho según avanza el evento.
¿Quién puede resistirse?